Y no me refiero a las que seguramente se montaban en la Residencia de Estudiantes de Madrid (de la Institución Libre de Enseñanza) en su primera época antes de la Guerra Civil, con intelectuales residentes como Dalí, Buñuel y García Lorca que formaban su núcleo, así como también el científico Severo Ochoa y otros muchos miembros de la intelectualidad de aquellos años: Miguel de Unamuno, Alfonso Reyes Ochoa, Manuel de Falla, José Ortega y Gasset, Pedro Salinas, Blas Cabrera, Eugenio d'Ors, Manuel Altolaguirre y tantos otros.[
Y visitantes ilustres como Einstein, Howard Carter, Gilbert Keith Chesterton, Paul Valéry, Marie Curie, Ígor Stravinski, Paul Claudel, Wolfgang Köhler, Louis de Broglie, Herbert George Wells, Max Jacob, Louis Aragon, Le Corbusier, Keynes...
Ni a las a veces campechanas y a veces hasta de muy buen nivel intelectual, que se dan en cafés y casinos de pueblo, o se reunían en el Ateneu Barcelonés, del carrer Canuda.
No, me refiero a las muy cutres televisivas y radiofónicas de hoy, en las cadenas nacionales que emiten desde Madriz, que yo sigo atentamente con el mismo interés que los aficionados al teatro del esperpento disfrutan de su espectáculo.
Y en las que han intervenido auténticos energúmenos que, algunos ya han sido retirados por la audiencia por haberles pasado su tiempo, otros se han jubilado o están totalmente gagás (idiotas ya eran de jóvenes), algunos han fallecido y varios han pasado al baúl de los recuerdos. Y me refiero a verdaderos primeros espadas del periodismo panfletario, cuyos nombres no quiero traer aquí para no perpetuarles.
Y ahora brillan en las diversas tertulias por las que van pasando (espero que ya por poco tiempo) y dan el auténtico nivel de los comentaristas y analistas políticos hispanos, especialmente dos auténticos granujas, según dicen muchos de los que les conocen, dos sinvergüenzas como el Paco Marhuenda y el Eduardo Inda, carne de penitenciaría...
Muy distintas son, a fe de Dios, las tertulias de la televisión catalana, todo y deslizarse algún "carallot". Y cuando recuerdo el nivel de algunas tertulias de televisiones francesas a las que veo algunas veces, me pregunto como puede llamarse a todo "televisión" por un igual; deberían existir distintas denominaciones ya que lo uno no tiene nada que ver con lo otro, son otros mundos...
Coronel Von Rohaut
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