Escrito dedicado a todos mis conocidos y demás buenas gentes que todavía se oponen (sí, los hay, aún que parezca mentira o imposible...) a la independencia de Catalunya. A nuestra separación o secesión de la España castellana que nos expolia (nos roba y malgasta nuestros impuestos y recursos, por un lado), mientras que por el otro nos ahoga económicamente y nos niega inversiones en infraestructuras imprescindibles o hasta ya pactadas una y mil veces (*). Pero ya se sabe que los hidalgos castellanos jamás han tenido ni palabra ni vergüenza.
Ahora el Rajoy acaba de pactar con las constructoras madrileñas (con éstas sí...) nuevas inversiones por 5.000 millones de euros, para nuevas carreteras y autovías, o terminar aquellas en proceso ya de construcción y cuyas obras hubieran sufrido demoras y parones por la crisis.
¡OJO! Pero ni un solo euro para la dañada, damnificada o paralizada red de vías de Catalunya, ni uno solo...
Que se jodan los catalanes, que ellos solo están para pagar y ser debidamente sodomizados sin vaselina, debe pensar el hidalgo hispano-castellano (de adopción, de origen gallego y cuidado, que los conversos son peores y mucho más fanáticos que los originales) que hace poco venía a decirnos cuanto nos querían, él y todo su gobierno de delincuentes tarados, corruptos y malnacidos...
Coronel Von Rohaut
(*) Una de las primeras comunidades en aportar recursos al estado pero la decima en recibir inversiones (la 2ª en población...). Los gobiernos españoles siempre se han pasado por el forro de los cojones el "principio de ordinalidad". ¿Pero ezo que é? deben preguntarse...
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