Los que, inexorablemente y sin razones jurídicas válidas, persiguen a los funcionarios y altos cargos del gobierno catalán a los que citan e interrogan. Los que impugnan todas y cada una de las leyes que aprueba el "Parlament". Los que piden que a los catalanes se nos detenga y encarcele a todos, mejor si fuera en campos de exterminio...
Y el Rajoy que, ante la Justicia (castellana, "of course") afirma, impávido (es un mentiroso compulsivo y entrenado) que él no sabía nada de lo que ocurría en el Partido que presidía; y así y todo, le votaron para que presidiera un Estado. ¿Cómo puedes dirigir algo de lo que desconoces su funcionamiento y te pavoneas de ello?
Y como recuerda una "consellera" catalana (debe ser una maldita sediciosa con ganas de tocar los huevos) ante un país, auténtica organización mafiosa donde imperan los grandes chorizos institucionales como el recién fallecido Blesa y el Rato, y campan por sus anchas los casos Bárcenas, Gürtel, Acuamed, Imelsa, Púnica, Cooperación, Fabra, Brugal, Palma Arena, Emarsa, Bankia, etc., todos del PP gobernante y franquista, dice el Rajoy que la corrupción (por miles y miles de millones), en España, es una anécdota.
Claro, la corrupción importante y mala pero muy mala debe ser, solo, la del caso Palau y la del Pujol, padre, al que jamás (y mira que le habrán buscado...) le han podido imputar nada....
Claro, España ni siquiera es una nación, es una anécdota política, un maldito accidente.
Coronel Von Rohaut
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