El "botifler" chupapollas mayor del reino, el imbécil del Xavier Sardá, se ha convertido en el "tonto útil" de todas las conexiones televisivas madrileñas donde enfáticos presentadores, como el García Farreras de la SEXTA o su desaventajado alumno, el Pino, o la "trepa" Cristina Pardo, no se cansan de decir que ahora ya solo toca estar todos unidos. "Olvídense ustedes del prusés" dicen...
Pero nadie se acuerda de explicar que a los "Mossos" les sigue estando vedada la comunicación directa con policías internacionales. Si les parece ver un sospechoso y quieren preguntar si alguna policía extranjera lo tienen fichado, lo han de pedir a la policía nacional, que lo traspasa a Europol y luego ésta traspasa la contestación a los Mossos; pueden haber pasado un par de horas y el sospechoso haberse largado tan tranquilo.
Antes las competencias exclusivas y la "unidad española" que la seguridad de los catalanes...
Y otro que la cagó bien cagada, en la ceremonia religiosa de ayer domingo en La Sagrada Familia, fue el españolista cardenal de Barcelona, el Omella, que tampoco paró de insistir en "la unidad" (la unión nos hace fuertes, dijo, la desunión corroe; ¿y la sumisión...?), resaltar la presencia del rey y el Rajoy, minimizando al Puigdemont, Junqueras, etc. y, al dar las gracias a las fuerzas de seguridad, "se olvidó" de citar a los Mossos, que han llevado todo el peso de la investigación. Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho (y como encontramos a faltar a los obispos catalanes de la generación anterior, los Jubany, Camprodón, Antoni Deig, etc.).
Coronel Von Rohaut
(PS) Menos mal que el señor obispo no hizo como el locutor de una tele sudaca, quien dijo que entre los detenidos por el atentado estaba un ciudadano, catalán por el nombre, un tal Carles Puigdemont, seguramente un terrorista de Badalona... El Rajoy hubiera firmado, gustoso, esta noticia exclusiva.
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