Cuando visitamos Venezia con mi esposa una de las primeras cosas que quisimos hacer fue sentarnos en este venerable café de la Plaza San Marcos y tomarnos un "ristretto".
El café era bueno pero carísimo (ya lo esperábamos) y los camareros tan viejos como el mobiliario y toda la decoración.
Pero lo disfrutamos; era como estar sentados sobre un retazo de historia viva.
Coronel Von Rohaut
(PS) Dicen que en el "Quadri" de enfrente y casi igual de histórico, el café es algo menos caro. Pero allí era donde se sentaban los "botiflers" venecianos, partidarios del Imperio Austriaco ocupante. Preferimos el "Florian" de los independentistas venecianos (que se adhirieron al garibaldismo que luchaba por una Italia unificada bajo los Saboya).
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