¿Hasta los mismisimos huevos...!

De oír, día sí y día también, sin parar, al garrulo del Mariano Rajoy, sus ministros, sus lacayos y correveidiles o paniaguados (como los "Ciudadanos" y algunos "psociatas", y todos los tertulianos mesetarios) echarme en cara que he de cumplir la Ley, por encima de todo. "Su" Ley, naturalmente, hecha a su medida...

Que sin Ley, dicen éstos, y su acatamiento a la misma, no hay Democracia, aún que sea una Ley "de parte", dictada por una mayoría demográfica y expresamente en contra de una minoría, como son muchas leyes españolas que van directamente en contra de Catalunya.

Claro que estos caballeros, que no brillan por su sapiencia, cultura o perspicacia, es evidente que jamás han leído a Santo Tomás de Aquino, Locke y otros filósofos de la Justicia, ni han escuchado al Mahatma Gandhi, cuya autoridad moral nadie discute en el mundo.

Y estos maestros, entre otros como los Padres Fundadores de la Nación Americana (y más tarde Martin Luther King) o los redactores de los Derechos del Hombre (Revolución Francesa), han dejado escrito "que desobedecer una Ley injusta, no solo es un derecho del hombre, si no que es un deber el desobedecerla".

No, señor Rajoy, la Ley no está por encima de todo, como proclama Vd., como buen ignorante que es y dejado de la mano de Dios (*).

Coronel Von Rohaut

(*) No se puede ir por el mundo dando lecciones de moral y justicia cuando solo se es lector del "Marca" y encima solo es para ver los resultados del Real Madrid...
¡Y para saber cuando una Ley es injusta léanse, por ejemplo, los tratados sobre la Tiranía!