Si bien después lo tuvo que matizar levemente, posiblemente atendiendo a las demandas furibundas del Ministerio de Asuntos Exteriores de España que llevan años, como locos, tratando de frenar, minimizar y esconder, la buena labor exterior del Govern de la Generalitat, el Presidente de la Comisión Europea dijo lo que todos los que no nos chupamos el dedo ya sabíamos o intuíamos: que tan ponto Catalunya declare oficialmente su independencia (*), Europa la reconocerá y abrirá negociaciones.
Y el Rajoy se subirá por las paredes; pero luego tendrá que bajarlas ya que no podrá enfrentarse a todas las multinacionales establecidas en Catalunya ni a los intereses económicos de tantas y tantas corporaciones que, para nada, se basan en el fanatismo castellano, ni en su talibanismo inquisitorial, si no en el libre comercio, las leyes librecambistas y el respeto a las reglas democráticas y la libertad de los pueblos, especialmente si es para hacer dinero. ¡Amen!
Coronel Von Rohaut
(*) Y deje de ser "un asunto interno".
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