El día después

Bien por los bomberos de la Generalitat que, en algunos (no había bastantes...) colegios electorales, formaron un cordón humano para proteger a los votantes de los salvajes ataques de la Guardia Civil (que no es civil si no militar), cuyos miembros (procedentes de provincias españolas donde ya nacen con catalanofobia y ganas personales de zurrarnos de lo lindo, o sea atacan con ganas), fueron soltados como fieras contra los pacíficos catalanes.

Y se vió a algún Mosso de Escuadra (policía catalana autonómica) llorar de impotencia al ver que no podía proteger a la gente de su pueblo contra los porrazos castellanos...

Luego, la prensa mesetaria y madrileña, acusaba a los Mossos de "traición"...

Coronel Von Rohaut