El ministro de interior anunció que el "Piolín" (él mismo le llamó así en un descuido imperdonable pues es el nombre despectivo que le habíamos dado los independentistas a este "ferry", el "refugio" naval de los mamporreros hispanos), zarpaba de Barcelona, donde habrá dejado un mal recuerdo de opresión colonial.
Pero que sus ocupantes, los guardia civiles y policías nacionales, se quedaban en Barcelona, de momento, ya que no somos de fiar y hay que vigilarnos de cerca. Tal como hacía el "7º de caballería" con los indios de las reservas, a los que periódicamente escabechaba...
Coronel Von Rohaut
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