lunes, noviembre 20, 2017

"First Class"

Un día llegábamos  a New York  con mi esposa y unos matrimonios amigos y en el aeropuerto Kennedy estábamos esperando en la cola para coger unos taxis y se nos acercó un caballero y nos preguntó cuantos éramos. Al decírselo nos respondió que por lo que nos iban a costar un par de taxis él nos llevaba a todos en su "limousine", un Lincoln blanco, donde quisiéramos.

Dicho y hecho, y llegamos al hotel donde un portero nos abrió ceremoniosamente la puerta del coche.

Es verdad que no hay mejor manera de entrar en Manhattan que en "limousine"...

Coronel Von Rohaut

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