domingo, diciembre 10, 2017

La herencia del Compromiso de Caspe

Los maños, con el apoyo de los valencianos de aquel bastardo españolista que era San Vicente Ferrer, ya nos tocaron los cojones a los catalanes en el Acuerdo Sucesorio de Caspe, donde dieron entrada en la monarquía catalano.-aragonesa (en manos del "Casal de Barcelona" desde un principio) a una dinastía castellana, la bastarda de los Trastámara, uno de cuyos descendientes próximos, Fernando II, que nunca había escondido su afán de integrarse en la política de Castilla, casó con Isabel e integró las dos coronas (con lo que Aragón, mucho mas pequeño y menos poblado, quedó en desventaja frente a Castilla ya para siempre jamás...).

Y ahora, aprovechando que el río del 155 pasa por Lleida, después de apoderarse de los bienes de Sixena (están en ello) ya han avisado que luego irán a por los bienes culturales procedentes de las iglesias de la Franja (como la imagen superior, de Chía, en la Ribagorza), ahora en museos catalanes. Iglesias que durante siglos y desde su fundación pertenecieron al obispado de Lleida y hace pocos años, en una decisión indigna, el Vaticano trasladó a Aragón (Monzón-Barbastro) para adecuar las fronteras diocesanas a las nuevas fronteras políticas, lo que es totalmente anti-social.

Yo, de los castellanos, también aprovecharía que con el 155 quien manda en Catalunya es el gobierno central hispano-castellano, también trataría de llevarme a Madrid el "Salón del Automóvil" de Barcelona (y otros eventos de la Feria de Barcelona) sueño largamente acariciado por los centralistas españoles y que nunca pudieron realizar, a pesar de varios intentos, por la fuerza comercial de Barcelona.

¿Y a ver qué tardan los malagueños en reclamar las piezas expuestas en el Museo Picasso de Barcelona (a pesar que Picasso nunca residió en Málaga, pero esto qué puede importarles)...?

Coronel Von Rohaut

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