El PP (con la complicidad del PSOE), el partido más corrupto de Europa y formado por mafiosos y bastardos franquistas, se dedica en Catalunya a encarcelar a diputados democráticamente elegidos por los votantes (y con cargos por delitos inexistentes), y a prohibir (por parte de la vicepresidenta Soraya Sáenz y en claro abuso de ley e ignorando los resultados de las elecciones, que se pasan por el forro de los cojones) que el Presidente del Parlamento catalán (democráticamente nombrado por la mayoría), presente la investidura de Carles Puigdemont, el candidato a Presidente de la Generalitat más votado por el pueblo soberano (y que ya era el Presidente de la Generalitat antes que el gobierno hispano-castellano lo defenestrara mediante una triquiñuela autorizada por su Ley del Embudo, la partidista "Constitución" española).
Lo que ocurre en Catalunya es un aplastamiento, un escarnio y apisonado o arrasamiento de la Democracia Parlamentaria, en nombre de una "legalidad" inventada y sectaria, solo sostenida por un hecho demográfico: la mayoría castellana dedicada a aplastar a la minoría catalana.
Todo esto solo se había visto en Europa, durante la IIGM en los pueblos invadidos y ocupados por el nazismo alemán, y, en la post-guerra, en los países ocupados por el comunismo soviético.
Y espejos en los que se mira el Mariano Rajoy en su malsana y enfermiza obsesión persecutoria de los catalanes.
No, ni España es un "estado de derecho", ni un país digno de pertenecer a Europa. Tan solo es una cloaca de la historia, un detritus inquisitorial...
Coronel Von Rohaut
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