Conocedor del prestigio de que gozaban estas aceitunas griegas, hace tiempo las estuve buscando, sin éxito, por diversas tiendas y "delicatessen" de lujo de Barcelona.
Y ahora resulta que el que las ha tenido siempre es el bacaladero, el Jordi, del mercado de Sant Gervasi, donde voy a diario...
A veces lo más sencillo y cercano es lo más fácil...
Coronel Von Rohaut
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