El brote de gastroenteritis (cagalera) que ha afectado a cientos de personas, mayormente estudiantes que celebraban la "semana blanca" en una estación de esquí de la Cerdanya, ha sido debida a algún empleado de hostelería que, infectado, no se lavó las manos después de cagar, como tantas veces he visto hacer a lo largo y ancho de las Españas por cocineros, camareros y barmans, guarros e incivicos, de restaurantes y bares de tapas...
Coronel Von Rohaut
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