Mientras los jueces belgas decretan la libertad bajo palabra de los "consellers" Comín, Serret i Puig, al no apreciar ningún riesgo, el juez alemán decreta la prisión provisional de Puigdemont hasta que el Supremo de Schleswig Holstein decida sobre la extradición pedida por España.
Está claro que, a partir de ahora, los jueces alemanes se verán confrontados a ser comparados con sus colegas de Bélgica, Suiza y Reino Unido, que son democracias muchos más consolidadas por la historia.
Ya no digamos la justicia española, vergüenza de Europa y solo comparable a Turquía...
Coronel Von Rohaut
(PS) Distinto es el pueblo, la prensa y algún alto dirigente político de Alemania, que solicitan la concesión de asilo político para el presidente catalán perseguido en España por su posicionamiento político, diferente del centralista hispano-castellano...
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