Hace 44 años fue ejecutado el anarquista catalán Puig Antich pese al clamor levantado en toda Europa.
Pero Franco, impasible el ademán y alejado de toda clemencia y caridad cristiana, ni quiso escuchar al Papa que pedía su perdón de la pena capital. Los hispano-castellanos, como ahora, ni olvidan ni perdonan, solo aceptan la rendición total con armas y bagajes, y si han de matar a los que se someten, pues los ejecutan con rencor y por venganza.
Y desde la Moncloa, ahora mismo, solo saben repetir que "no consentirán" la opción Jordi Sánchez...
Ellos ni consienten, ni acatan, ni contemplan las normas elementales de la democracia y de la moral cívica y política. Ellos solo saben mandar y exigir y pasarse por el forro de los cojones, ufanos y soberbios, todas las normas de la convivencia.
Coronel Von Rohaut
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