Poder disparar, incluso desde la cadera y sin tener que apuntar, tan solo con ver el punto dónde alcanza el rayo láser (y luego saber gestionar el uso del gatillo, claro...), es muy rápido, certero y cómodo.
Yo instalé uno, incluso más pequeño e integrado que el actual de la imagen, en mi semiautomática Beretta 82 F de 9mm. "parabellum", pero, demasiado frágil a la hora de regularlo y ajustarlo, no me dió buenos resultados. Supongo que ahora están más perfeccionados...
Coronel Von Rohaut
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