Cuando un avión de información y vigilancia (ISR) de las Fuerzas de Operaciones Especiales, un Beechcraft MC-12W "Liberty",
se dirigía a su zona de operación volando desde su base de Florida, el co-piloto sacó de su bolsa una lata de "Red Bull",
la cual le explotó en la mano, rociando con su liquido carbonatado los delicados instrumentos electrónicos del panel del avión, que empezaron a oler a quemado y el avión tuvo que regresar.
La reparación de los daños causados ascendió a más de 100.000 dólares...
Puede haber sido el refresco más caro de la historia.
Coronel Von Rohaut
(PS) Y el presidente Trump puede haber utilizado el incidente para recomendar que se tomen refrescos americanos, como la Coca Cola, y no extranjeros, que explotan (Red Bull es una bebida energética austriaca).
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