Mientras el "sociata" Borrell (un catalán traidor y descastado, vendido al españolismo más ultra) sigue su guerra personal contra Catalunya, inundando, desde su Ministerio, a los embajadores extranjeros de panfletos anticatalanes y falaces, el Tribunal Supremo, prevaricando desvergonzadamente, sigue manteniendo la suspensión de los derechos de los presos políticos catalanes.
Pero como que la verdad es tozuda y a pesar de los negros augurios de los dirigentes castellanos que decían que la economía catalana se hundiría (¡expresaban sus deseos más íntimos aún que ello les perjudicase!) ésta sigue creciendo por encima de la media de la economía española (que nos sigue parasitando y expoliando...).
Coronel Von Rohaut
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