Para nada.
Yo les dejaría allí debajo, bien juntitos y enterrados los dos, el Franco y el Primo de Rivera (*), que no se tragaban entre ellos, y lo dinamitaría todo.
Cripta, basílica (arquitectónicamente horrible, una horterada), cruz y media montaña, y encargaría el trabajo (que no es nada fácil) a una empresa americana de estas especializadas en derribar barrios enteros de forma controlada por implosión.
¡Todo para abajo y entonces si que sería un auténtico valle de caídos; o de piedras caídas...!
Coronel Von Rohaut
(*) Que no era primo del neofalangista Albert Rivera sino más bien su "pater putativus" o modelo admirado y ejemplo a seguir como martillo de catalanes...
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