Los fraudes, trampas y engaños del franquismo

Hace años (muchos...) y por mi trabajo y en representación de la empresa, tuve que desplazarme a Madrid y asistir a una reunión del Sindicato Nacional del Metal (que englobaba a las empresas y los obreros sidero-metalúrgicos), en el edificio de los sindicatos verticales de Madrid, en el Paseo del Prado (actualmente sede del Ministerio de Sanidad).

Y uno de sus dirigentes me comentaba, amistosamente, que el día antes habían estado negociando hasta la madrugada (¡joder, cuán trabajadores eran...!) y estaba muy satisfecho de los acuerdos logrados y que nos iban a explicar. Y añadió, muy ufano: "No sabes lo difícil que es el contener y sujetar (me lo decía cerrando el puño...) a tantos miles de trabajadores, especialmente de la industria catalana, y que no se echen a la calle...".

Me quedé extrañado y le dije "¿Contener? Yo creía que la función de los sindicatos era defender y proteger...".

Tuve mucha suerte, ni me expulsó, ni me denunció, ni me hizo fusilar... Sólo me dejó plantado.

¿Has entendido lo que era la doctrina franquista que ahora, algunos nostálgicos, defienden...?
Pues mantener a la gente con la boca cerrada...

Coronel Von Rohaut

(PS) Con la caída del muro de Berlín y la desaparición de la URSS, los sindicatos casi no pintan nada (salvo en Francia, tierra de huelguistas) y los obreros van perdiendo y cediendo derechos a manos de las grandes patronales que, ya sin ninguna amenaza que les turbe, se han descarado y estrujan y esclavizan al mundo obrero, volviendo al "capitalismo manchesteriano" o salvaje del siglo XIX.