Messi dejó de declarar parte de sus ingresos a la Hacienda española y fue condenado a pagar lo defraudado (¡ya lo había hecho antes que se lo ordenaran...!) y multado con 2 millones de euros.
El Cristiano Ronaldo, exjugador del Real Madrid, ha sido multado, por un hecho similar, con 19 millones de euros, lo que puede dar idea de la mucho mayor suma defraudada al estado español todo y que parte del fraude total no ha podido ser juzgado ni condenado por haber prescrito (*).
Pero en las teles y tertulias españolas no he escuchado ningún reproche moral al maricón portugués.
En cambio, los tertulianos madrileños se cebaron en Messi y su padre, a los que llamaron Capos Mafiosos, y hasta todo un Ilustrisimo Señor Juez castellano tildó al bueno de Messi de "Jefe de una organización criminal".
¿Dónde radica la diferencia de trato? Pues que Messi, jugador excepcional del Barça, no disfruta de la cobertura mediática (o debería decir manipuladora) de la prensa hispano-castellana pagada, vendida, al servicio de los intereses del señor Florentino...
¡Y ahí lo dejo!
Coronel Von Rohaut
(*) Quizá la Justicia española (la Fiscalía, siempre tan atenta con los catalanes...) se demoró, se entretuvo, un poco demasiado... ¿No?
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