Los perros de las fuerzas armadas francesas.

La mayoría pastores belgas "malinois" pero también pastores holandeses y alemanes, hay 1.200 en el ejército de tierra, 400 en la marina y 600 en el ejército del aire. Y unos 40 están permanentemente en OPEX.

Unos están entrenados para detección de explosivos mientras que otros, de acuerdo con sus "performances" o capacidades, están orientados al "ataque-mordedura".

Y uno de sus entrenadores, enfundado en su pesado y caluroso traje acolchado, explica "el perro te ataca a 30 kms. por hora y cuando muerde no te suelta hasta escuchar el silbato de su entrenador y notas la presión de su mandíbula, y siempre acabas lleno de cardenales...".

El entrenamiento dura un año y los perros son jubilados a los 8 años. Casi todos acaban como perros de familia y propiedad de sus entrenadores, con los que han formado equipo muy unido. Y son excelentes compañeros para los hijos de la familia...

Algunos, al regreso de operaciones de combate y como los humanos, sufren  "stress post traumático", pero no causado por el miedo a morir sino por tener que soportar el ruido de la artillería y los bombardeos. Gracias al entrenamiento, permanecen impasibles al lado de su cuidador (¿quién cuida a quién?) ante el ruido de las balas que silban a su alrededor...

Y tienen sus héroes. Como el malinés "Fitas" (imagen inferior) que en 2011 y en Afghanistan, frustró una emboscada e hizo huir a los insurgentes. Fue capturado por los "taliban" pero, al cabo de 4 meses de detención y malos tratos, logró huir (parece querían pedir un rescate) y regresar a las líneas francesas. Fue condecorado con la Medalla de Oro de la Defensa Nacional.

Coronel Von Rohaut