sábado, octubre 20, 2018

Ser maricón en un país árabe o en otras partes...

En Túnez, donde la homosexualidad está prohibida por ley, a los maricones sospechosos la policía les mete el dedo en el culo para comprobar si lo tienen distendido o anormalmente ensanchado.

A mi no me gusta, para nada, el mariconeo ni los maricones, pero hasta a mi me parece una medida desmesurada (y guarra, además de humillante). Pero ya se sabe como son los "putos moros"...

Que por cierto, muchos moros son maricones y "dan por retambufa", utilizando un léxico lunfardo (de Argentina) hoy casi desaparecido. ¿Quién vigila a los vigilantes?
Se decía que cuando un moro viejo se encontraba a un morito joven y tierno por el campo, se lo cepillaba, igual que antes le habían hecho a él o, donde las dan, las toman y "tiro porqué me toca".

En su libro "La piel" del escritor y diplomático italiano-fascista (amigo personal de Galeazzo Ciano, yerno de Mussoilini) Curzio Malaparte (de padre alemán y cuyo verdadero nombre era Kurt Erich Suckert) muy famoso en la post-guerra, describe una orgía homosexual, con travestís pintados y maquillados que, al sonar una llamada de emergencia, se transforman en valerosos pilotos de la Luftwaffe dentro de sus impecables uniformes...(*).
"Cosas veredes, amigo Sancho..."

Coronel Von Rohaut

(*) En la imagen inferior, Hans Joachim Marseille, de origen hugonote que, con 158 derribos confirmados, fue posiblemente el mejor as de la aviación de caza del III Reich y homosexual confirmado, con una agitada vida nocturna.

(PS) Del profeta Mahoma se ha dicho que era maricón y también pederasta (se casó, ya muy mayor, con una niña).
Posiblemente las dos cosas. Como el gran Julius Caesar (Julio Cesar en castellano) del que decían que era "macho entre las hembras y hembra entre los machos". No se perdía comba...

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