jueves, octubre 11, 2018

Siguiendo con los coches

Me gusta mucho el Ferrari (*) pero tengo claro que, de haberme comprado algún gran deportivo, mi preferencia hubiera ido hacía el Porsche, como el "Carrera" de la imagen superior.

Un auténtico GT en carretera pero más dócil para conducir en ciudad, que no cada día vas a correr en Le Mans...

Pero ya de mayor, jamás me lo hubieses comprado ni teniendo el dinero suficiente; como ya he explicado alguna otra vez. Mas joven que ahora (todavía trabajaba) pero ya mayor, un cliente que se acababa de comprar uno me dió las llaves y me dijo que fuera a probarlo donde quisiera. Disfruté más que un mico masturbándose, dándole zapatilla; lo que más me admiró fué que, circulando a alta velocidad, tocabas el freno y todo el coche se bajaba, como agarrándose al asfalto, y frenaba en seco sin ningún titubeo. Pero entrar y salir de un coche en el que vas sentado prácticamente en el suelo y con las piernas totalmente extendidas, no es para "yayos". Me costó entrar y sentarme, pero salir y levantarme fue todo un número, casi arrastrándome; suerte que no me vió nadie...

Coronel Von Rohaut
(*) Como el "Testarossa" de la segunda imagen, construido hasta el año 1996, con motor V 12 y carrocería de Pinin Farina.

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