Era consejero de Abengoa (fruto de las "puertas giratorias" de la política española) y vendió unas acciones que poseía a nombre de su esposa (*) justo antes que la empresa quebrase y dichas acciones cayeran estrepitosamente. Operación de información privilegiada se llama esto y está terminantemente prohibido. Y acaba de ser fuertemente multado por la Comisión de Valores.
Claro que debería dimitir a marchas forzadas. Y siempre mejor echarle que escupirle, por más que lo merezca y que él mismo sea un auténtico escupitajo moral y a él, y no a los independentistas catalanes, es al que habría que desinfectar...(**)
En cualquier país occidental, especialmente en Alemania, solo con la sospecha que un ministro podría haber cometido tamaña falta de ética, ya habría dimitido instantáneamente. O despedido con cajas destempladas por sus jefes... Claro que, en España, con el ejemplo del "Rey emérito..."
Coronel Von Rohaut
(*) Una de ellas ya que ha tenido varias. Cuando envejecen, las cambia...
(**) Alguien ha dicho recientemente que el Borrell tiene una gran altura intelectual pero, hace algunos meses y discutiendo sobre las balanzas fiscales de Catalunya con España (cuyo déficit el Borrell, sin datos correctos, negaba), el economista Xavier Sala i Martín le pegó un repaso de tres pares de cojones (si bién, el Borrell, erre que erre y como buen pedante que es, siguió en sus trece).
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