El ultra Santiago Abascal defiende encarnizadamente la libertad de los padres a escoger la escuela de sus hijos (*).
Francia no cierra el camino a esta libertad pero, ya desde las leyes de Jules Ferry de 1881 (en la imagen), promueve y de forma muy eficiente, la "escuela pública, laica, republicana, obligatoria y gratuita", e igual para todos.
Prohibió las clases de religión en las escuelas públicas pero dejó un día libre a la semana para que los padres enviaran a sus hijos al catecismo de la religión que escogieran, pero fuera de las horas lectivas,
Naturalmente, los padres que así lo desean pueden enviar sus hijos a escuelas confesionales, pero sin ser subvencionadas por el estado. Son todas de pago y destacan las católicas (Saint Jean de la Salle, Jesuitas, etc.).
Francia es una gran nación, España es una mierda y con el Abascal y los suyos pasaría a ser una gran mierda pero, eso sí, muy castellana...
Coronel Von Rohaut
(*) Y, por descontado, eliminar la "inmersión lingüística" de la escuela catalana y todas sus libertades duramente recuperadas después del franquismo.
También Jules Ferry, en esto un maldito jacobino francés, utilizó la "escuela obligatoria y gratuita" para afrancesar a todos los niños del país (lo mismo que hizo el Servicio Militar obligatorio con los jóvenes) y prohibió que los estudios primarios se dieran en cualquier lengua regional o local (despreciadas como "patois") distinta del francés.
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