Asco me dió, ayer

Escuchar las declaraciones judiciales del Santi Vila, este mariconazo que ya se retrató cuando, para hacerle la pelota, a una de sus bodas "gays" invitó a la ministra castellana del ramo, con la que dijo tener un buen "feeling" pero que en realidad y a él, como Conseller, jamás le concedió nada de lo que le pedía (tal como, "in saecuola saeculorum", vienen haciendo repetidamente todos los dirigentes castellanos con Catalunya...).

Claro que bajarse los pantalones es hábito de esta clase de gentuza tarada.

¿Y ahora, después de escucharle, me pregunto, éste tipejo, traidor asqueroso y catalán cobarde y renegado, donde tiene el esfínter?

Pues en la boca, claro, donde le debe haber subido después de tanto distenderlo para su gozo y disfrute...

Coronel Von Rohaut