Hace ya muchos años, un piloto americano de un avión Vought F-8U "Crusader", uno de los primeros cazas supersónicos de superioridad aérea de la Navy, durante un ejercicio disparó sus cañones y acto seguido inició un vuelo supersónico en picado, por lo que alcanzó sus propios proyectiles, que habían trazado una parábola, y fué derribado por ellos.
Ahora ha vuelto a suceder algo parecido. Un piloto holandés de un General Dynamics Lockheed Martin F-16 "Fighting Falcon", siguió el trazo de los disparos de sus cañones a los que alcanzó, sufriendo daños que le obligaron a realizar un aterrizaje de emergencia.
Coronel Von Rohaut
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