Es un pez parásito y oportunista, que se adhiere firmemente al tiburón para aprovechar el desplazamiento del mismo sin ningún esfuerzo por su parte y, de paso, alimentarse con sus sobras como un buen "gorrón" o mantenido.
Naturalmente, disminuye la velocidad y libertad de movimientos del tiburón anfitrión no voluntario, al que frena y molesta, aparte de expoliarle parte de su energía y de sus recursos...
¡Evidentemente que la España castellana ha sido siempre la gran "rémora" de Catalunya...!
Y entiendo que luche como un gato panza arriba y utilizando todos los trucos y las peores artes para evitar que los catalanes nos desenganchemos de tan molesta carga... Lo que jamás entenderé es que hayan partes del tiburón que, traidoras o imbéciles, estén satisfechas y aplaudan tener que soportar tal sacrificio.
Coronel Von Rohaut
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