sábado, junio 29, 2019

Ventilador de techo



En un artículo periodístico citan "la romántica eficacia del ventilador de techo" y yo lo recuerdo como imagen simbólica en muchas películas, en blanco y negro, cuya acción transcurría en países o lugares exóticos y/o paradisíacos; por ejemplo, en habitaciones de hoteles coloniales con camas con mosquitera... Pero también en sucias y calurosas habitaciones de cutres pensiones por las que se movían gentes de pasado dudoso o de malvivir...

La imagen fija en pantalla de su rítmico y pausado girar, con su hipnótico murmullo, era siempre presagio que algo iba a ocurrir.

En un film de espías durante la IIGM, a uno de los malos le colocan una granada de mano, de las de piña, cogida con cinta adhesiva en una de las palas y con un cordel atado a la anilla y a un punto fijo. Cuando el "malo" entra en la habitación y enciende el interruptor del ventilador, éste gira, se suelta la anilla y estalla la bomba. Una forma imaginativa y explosiva de matar por arriba.

Los ventiladores modernos llevan, en su mayoría, una luz o foco en la parte central, lo que los desvirtúa. Solo han de tener las aspas, que son lo icónico...

Y en verano, cuando no hay o no se enciende el aire acondicionado (que tiene sus inconvenientes para la salud) son de una gran ayuda para soportar el calor al mover el aire. Aunque no sean de techo sino de columna y giratorios como el que tengo en el comedor de casa...
Pero de techo son mucho más "vintage" o de nostalgia "retro".

Coronel Von Rohaut

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