domingo, julio 08, 2007

Plantar cara a Madrid

El profesor Nueno, dirigente del IESE, ironiza sobre la frase lanzada por un político catalán, que dice que "Hay que plantar cara a Madrid". Posiblemente este politiquillo es uno de los que se la envaina y de plantar cara, "ná de ná", no fuera a perder el sillón... Pero el profesor Nueno aprovecha para hacer sus "coñitas", preguntando si al llegar a Madrid hay que plantarle cara al taxista o al primer camarero de bar que te atiende, etc. etc.

Hombre, Nueno, cuando en Catalunya decimos "Madrid", nos referimos al gobierno central con sede allí. Y Vd. lo sabe perfectamente o sea, no se haga el listillo o el graciosillo...

Cuando hablamos de los males que nos vienen de "Madrid" o que la culpa siempre la tiene "Madrid", no nos referimos al colectivo de habitantes de dicha ciudad, los madrileños de forma personalizada (que los hay, como en todas partes, algunos deliciosos y excelentes personas, otros auténticos "joputas") si no, genéricamente, al conglomerado político-administrativo que nos roba y expolia; al mediatico-funcionarial que, alternativamente, nos ningunea o nos insulta y, siempre, nos jode.

Y mucho ojo con el colectivo de altos funcionarios y altos cargos de la burocracia madrileña y castellana, verdadero cáncer de la administración. Este conjunto, centralista (porqué todos viven allí y allí quieren seguir), endogámico, nepotista y corporativista, ha sido muchas veces el verdadero freno de la descentralización. Inversiones, competencias o transferencias que, por acuerdos o presiones de partido, ya estaban acordadas, se han visto retardadas y diluidas en el tiempo por el sencillo y acreditado método burocrático de ir dejando los "dossiers" debajo de la pila. Concesiones políticas se han visto desvirtuadas o prácticamente anuladas a través de la manipulación y aplicación de los reglamentos. Cómo decía el conde de Romanones, "vosotros haced las leyes y a mí dejadme la redacción de los reglamentos".

En la serie de televisión británica "Sí, ministro", cuando los funcionarios obtenían una victoria sobre su superior político, lo celebraban con una copa de Oporto. En el Ministerio de Fomento, los "Humphreys" madrileños, altos funcionarios y sub-secretarios, cuando en las Cortes se votó en contra del traspaso del Prat a la Generalitat, brindaron con champán (no con cava catalán, con champán francés, según reprodujo alguna prensa).

¿Por la sagrada unidad de la patria española? ¿Por la nación española, una e indivisible, patria común de todos los españoles? Y una mierda... !!!

Por no perder el poder, el "chollo", el cargo, las regalías, los sueldos y complementos de los puestos en los consejos de administración de las empresas adheridas, el tráfico de influencias, las pequeñas o grandes corruptelas, etc.

Por esto hay que "plantar cara a Madrid", para decirles: "ahí os quedáis, yo me llevo lo mío para casa..."

Porqué:
  • Aquí lo haremos mejor pues tendremos mucho mas interés y ello será beneficioso para la comunidad y sus habitantes o sea, nosotros.
  • Si se reparte alguna comisión, que se la quede mi primo, que es de aquí.

Coronel Von Rohaut



No hay comentarios:

Publicar un comentario