Que no castiga a los verdaderamente ricos que, correctamente asesorados, tienen sus bienes invertidos en sociedades, etc., y debidamente blindados, si no al pobre "pringao" que ha estado toda la vida trabajando como un cabrón para ahorrar cuatro duros y/o comprarse un piso y dejárselo a su viuda o a sus hijos.
Al morir y sus herederos querer hacer efectiva la pequeña herencia, han de malvender dicho piso para pagar el impuesto de sucesiones al estado-saqueador o al gobierno autónomo, recaudador y rapaz.
En España, muchas autonomías lo han rebajado o suprimido, por ejemplo, el País Vasco que tiene recursos de sobra y no precisa exprimir a sus conciudadanos menos afortunados.
Pero en Catalunya, como que la Generalitat no recibe del gobierno central los recursos necesarios que, además, nos han sido previamente recaudados a nosotros mismos, mantiene dicha tasa en vigor.
Una moción de CIU en el parlamento español quería suprimir dicho impuesto y que el estado compensara a las autonomías perjudicadas. No se ha superado la votación gracias al apoyo que ha dado al gobierno, entre otros partidos, ¿sabéis quienes? pues sí, lo habéis adivinado, los gilipollas de ICV, un partido susodichamente de izquierdas que, sin ningún pudor e igual que los "sociatas" hispanos, no duda en joder a las clases más expuestas como son la "clase media" y "media baja" de Catalunya.
¡ Dios, cómo los odio... !
Coronel Von Rohaut
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