En un país donde anteriores personajes críticos con el islamismo, como el político Pym Fortuyn que fue asesinado por un desequilibrado pro-islamista "para que no pudiera entrar en política"; donde la somalí Ayaan Hirsi Ali, pero ferozmente enfrentada con el islamismo y sus practicas salvajes (al que, como yo, considera profundamente retrógrado, y a Mahoma un pervertido), ha tenido que exiliarse a los Estados Unidos ante las amenazas de muerte recibidas en Holanda, su país de adopción. Donde el documentalista Theo Van Gogh que criticó la sumisión de la mujer en el islam en un film cuyo guión escribió Hirsi Ali, fue asesinado, en el centro de Amsterdam, por un moro islamista (que lo remató en el suelo con 20 tiros, le dio varias cuchilladas y finalmente le degolló, a la más "pura y compasiva manera mora"), no es extraño que un político como Wilders diga:
- Que los musulmanes islamistas que se niegan a integrarse en la civilización holandesa y quieren conservar sus costumbres salvajes, han de volver a sus paises. Y que no ha de entrar ni uno más, pues ya hay bastantes velos por las calles.
- Que se opone a la creciente islamización de Holanda (y de toda Europa), con la pérdida de los valores que nos han hecho más humanos, ricos, sabios y libres.
- Que exija más seguridad en las calles, y se enfrente al "terror de la calle" que promueven las minorías étnicas de nuestras ciudades en muchos barrios.
- Que afirme, como yo, que Israel es la primera trinchera, la primera línea en la defensa de Europa y la civilización occidental.
¿Quién, con un dedo de frente, con un mínimo de sentido común, puede negar que Wilders tenga razón?
Coronel Von Rohaut
P.S. Estoy viendo, en una televisión francesa, un documental filmado en el sur del Sahara, donde diversos grupos de argelinos (los jefes), moros y mauritanos, se entrenan con sus Kalashnikovs para la "jihad", la guerra santa. Algunos visten a la manera afghana, quizás preparándose par ir a "trabajar" a dicho país. Otros se quedarán por la zona, para dedicarse al negocio de los secuestros y "venta" de rehenes, ya muy practicado en la región desde la época de Miguel de Cervantes; uno de lo argelinos ha sido reconocido como responsable del secuestro de dos cooperantes españoles que todavía siguen en paradero desconocido. Si la facción maghrebí de Al Qaïda, su franquicia "salafista", sigue creciendo a las puertas de nuestros países, y ya con muchos imanes extremistas y fanáticos en nuestras calles, y nosotros no nos defendemos, que Dios nos coja confesados...
En España la respuesta , aunque sea limitada , vendrá siempre de fuera. En fin somos gilipollas.
ResponderEliminartenemos que unirnos contra la colonización de extranjeros y la islamización. Mejor pocos y unidos, que muchos y dispersos. Contad conmigo.
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