El ministro Blanco se alegra que la tuneladora ya haya sobrepasado la basílica de la Sagrada Familia, sin que se haya caído si bien, en conversación con Montilla y Nadal y en la que no sabía que le escuchaban los medios, dijo que el temor no le había dejado dormir.
O sea que, cuando él y otros decían que no había peligro, como siempre nos mentían como bellacos y si a él le causaba un cierto miedo, mecagüen la puta que le parió (aunque su madre fuera una santa) ¿por qué releches divinas no lo paró y cambió el trazado?.
Y a mí no me daba tanto miedo el paso de la tuneladora como que, a partir de la inauguración del túnel, el paso continuado de los trenes a gran velocidad (se trata del AVE) y las inevitables vibraciones producidas no vayan agrietando el templo, de lo que tenemos ejemplos con el sencillo paso de ferrocarriles normales y metropolitanos.
Malditos saboteadores del patrimonio catalán...
Coronel Von Rohaut
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