domingo, diciembre 12, 2010

La morería


Cada día se ven más, en Francia, chavales con camisetas como esta. Se trata de hijos de argelinos, nacidos ya en Francia y que gozan, por lo tanto, de la nacionalidad francesa y todas sus ventajas (y servitudes, que cuando pueden, las evitan y se escaquean) y pueden aprovechar todos sus servicios sociales que, en su puto país de origen, no podrían ni soñar.

Pero se sienten argelinos, putos "moros" y, chulesca y provocativamente, nos avisan que pronto nos habrán invadido del todo y nos dominarán (*).

Marine Le Pen, calcada a su padre, ha hecho unas manifestaciones diciendo que muchos territorios de Francia ya están ocupados por los moros, que ocupan los espacios comunes con sus oraciones en las calles. Que con sus leyes religiosas, la maldita y retrógrada "sharía" están suplantando las leyes de la República. Y que discriminan al pueblo, en este caso a los blancos u occidentales ya que, por ejemplo, en sus negocios no alquilan jamás los servicios de ningún franco-francés; moros, argelinos y pakistaníes alegan que en sus ya numerosas carnicerías "halal" no puede trabajar ningún no musulmán ya que está prohibido que los no islamistas ni siquiera toquen su carne. Ni en los mataderos pueden matar los animales destinados al consumo de los moros gentes que no sean musulmanas; los animales son abatidos sin previa anestesia y degollados de cara a la Meca...

A ellos les degollaría yo, de cara o de culo a la Meca o a la Ceca.

El discurso de la M. Le Pen ha levantado todo tipo de lamentos hipócritas, "buenistas" y anti-xenófobos. Los de siempre se han rasgado las vestiduras, como era de esperar. A mi no me gustan en absoluto ni la Marina ni su padre, el "pro-nazi" y anti-judio furibundo Jean-Marie Le Pen. Pero a lo manifestado por ellos nadie ha opuesto ni una razón en contra, ni ha demostrado que sea mentira, no se ajuste a la realidad diaria, ni siquiera que sea exagerado.

Putos "moros" de mierda, degolladores, reaccionarios, atrasados y chorizos (**).

Coronel Von Rohaut

(*) Su crecimiento reproductivo, su demografía galopante, es demoledora, invasiva.
(**) Me niego a repetir cada vez que, naturalmente, hay de todo como en la Viña del Señor; y que hay moros que vienen solo a trabajar y ganarse la vida, sin joder.
¡Ay...! pero estos son tan pocos y la mayoría, cuando rascas un poco...

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