América impera sobre el Mediterráneo

En tiempos pretéritos tuvimos la "Pax Romana" que dominó sobre el mundo occidental durante siglos.

El imperio español de los Austrias, en el que jamás se ponía el sol, duró cuatro días por incompetencia manifiesta de sus dirigentes, demasiado amigos de la siesta.

Muy resumido y contraído para no extenderme, más tarde tuvimos una "Rule Britannia" por la cual los británicos, apoyados en su poderosa Navy, impusieron sus reglas en, entre otros, nuestro "Mare Nostrum" o mar interior del Sur de Europa.

En sendos discursos del 26 de febrero y 9 de mayo del 2003, el Presidente George Bush (junior), llamado "el tonto" sobre todo en España, pero no tanto por las líneas maestras de su doctrina política, anunció su plan para:

1. Proteger todo el continente de América del Norte con un escudo anti-missiles heredero, con una tecnología más asequible y menos "Hollywoodense", de la "guerra de las estrellas" del Presidente Reagan.


2. Remodelar todo el Oriente Próximo o Medio Oriente, sobre bases de democracia a la occidental y libertad.

Bush hizo "cagadas" como Irak y no acabó su obra que, paso a paso, la está terminando el Presidente Barack Obama, el "negrito zumbón". Modernizar los países árabes (pero no todavía los teocráticos y monarquías absolutas y religiosas que ya son amigas), en una palabra y, al propio tiempo y por qué no, incrementar la influencia política y económica que ya tienen en la zona, primero en los países árabes productores de petróleo y en Israel, así como en Siria y Líbano, hasta no hace mucho países de influencia franco-británica. Ahora liderando las remodelaciones del ejército egipcio y, en la retaguardia, agazapados para reconstruir Libia y todo el Norte de África.

Las viejas potencias coloniales, desde Turquía y España hasta Italia, Francia en Inglaterra, desplazadas y reemplazadas por los Estados Unidos de América, también aquí.

Coronel Von Rohaut