lunes, julio 04, 2011

Catalunya con España, fuera de España o en contra de España

En mi juventud muchos días, y sus noches, me pasaba largas horas de discusiones políticas, de intercambio de opiniones en animadas charlas con amigos íntimos, con los que pretendíamos cambiar el mundo. ¿Quién no lo ha hecho en su juventud, quién no ha tenido ideales?

Eramos mayoritariamente, casi exclusivamente si bien con distintas gradaciones, catalanistas y hasta independentistas, separatistas se decía en aquellos tiempos. Pero lo discutíamos todo "ab novo", sin prejuicios.

Una de las soluciones apuntadas y que yo llegué a defender con mi amigo JMB que, con el tiempo, llegó a ser Director General del Ministerio de Educación, bajo Felipe González y con tres ministros diferentes, a saber, Maravall, Solana (entonces un sectario izquierdista luego reconvertido en atlantista y gran político) y Rubalcaba (*), era precisamente el entrar dentro del sistema y tratar de encabezarlo. Si no puedes vencer al ejército enemigo, ponte a su frente o acompaña al que lo dirige y trata de influir en él (**).

Pero esto, que en teoría se ve muy bonito y accesible y que ya se ha intentado varias veces, ha sido siempre un fracaso, una imposibilidad metafísica. Al General Prim lo asesinaron; duró menos que el Kennedy en la Casa Blanca. Cuando Miquel Roca i Junyent, que todo el mundo coincidía en declararlo el mejor parlamentario de su época, intentó liderar una operación electoral a nivel español, no lo votó ni el "carracucas". Ya cuando se presentó, el dirigente comunista (que no tonto) Santiago Carrillo, casado con una catalana, declaró que era imposible que en España se le aceptara, solo por ser catalán.

Cuando en el PSOE y al irse Felipe González, se hicieron unas primarias para liderar el partido y optar a la presidencia del país, sorpresivamente las ganó un catalán (aunque jacobino y fuertemente amadrileñado por sus largos años de estancia, por estudios y carrera política), el Josep Borrell. Con una pirula, le sustituyeron por el Almunia, que luego perdió las elecciones. Pero ni se atrevieron a poner un catalán al frente de su candidatura ya que sabían que era ir al fracaso; no se podía pasar de vice-presidente, como el Serra. Y dudo, no mucho si no muchísimo, que en el puto PP pudiera ser diferente; en todo caso, peor.

Yo, con perdón, que me he recorrido toda España, casi pueblo por pueblo y no como turista, conozco perfectamente la animadversión profunda, instintiva e irracional, que existe hacía todo lo catalán, verdadera catalanofobía que viene de siglos y difícil si no imposible de erradicar (***). Soñar que nos puedan aceptar para dirigirles, para mandarlos, esto si que es verdaderamente, no ya "Santa Inocencia", si no el delirio de una noche de verano.

Pero es que, además, ya hay una posición personal. Después de tantos siglos de desprecio, de dominio militar y ocupación, de intento de genocidio cultural y lingüístico hoy todavía con más brío que nunca, de empeño de asimilación, deglución y de disolución de la nación catalana en una entidad igualitaria de matriz castellana en la que pasaríamos a ser una simple región, una provincia (en el sentido romano de tierra vencida) de Madrid. Donde aun ahora se nos ningunea y se nos expolian nuestros recursos en un brutal balance desequilibrado en perjuicio nuestro y en beneficio exclusivo de su mayor gloria nacional, yo me niego a colaborar con este estado español, a ayudar a esa nación castellana y seguir conviviendo. Ni conllevando, que decía un famoso.


Prefiero la independencia, la separación.
¡Nosaltres sols!

Y decir que los procedimientos de independencia son cosa del pasado, cuando en Europa y en los últimos años (sin siquiera remontarnos a principios del siglo pasado si no ayer mismo), se han producido numerosos y exitosos procesos de creación de nuevos estados y su ulterior integración en la Unión Europea no es, ni ya tan solo, desconocer la historia, si no ni siquiera leer la prensa diaria.

O practicar el más burdo de los sofismas, en beneficio de unas posiciones incluso lícitas, o prejuicios anteriores, para negar la verdad que, al final, siempre resplandece (y vaya cursilada me ha salido al final).

¡Ah! Y todo de buen rollo ¿eh?

Coronel Von Rohaut

(*) A cual peor. A ellos se debe la implantación de Logse's, Eso's y Loe's, leyes educativas sectarias, continuamente modificadas, que ocasionan que el sistema educativo español sea de los peores de Europa y quizás los estudiantes españoles los de mas bajo nivel de entre muchos países. Analfabetos funcionales que no saben ni leer o no entienden lo que leen.

(**) "Chaperonner" dicen los franceses, en una segunda acepción de la palabra y que quiere decir influir en la persona que se acompaña; dominarla y dirigirla.

(***) Y he vivido y constatado diversos ejemplos, repetidos, insistentes y no solo anecdóticos.

5 comentarios:

  1. No hay tan extrema animadversión sino un cliché popular de que miran la pela, es un lugar común sin sentido. Yo hice la mili en Cataluña y con catalanes y lo pasé estupendamente. En los tiempos más recientes sí que hay cierta incomprensión del fenómeno nacionalista.
    El caso Roca fue una maniobra del PSOE, de su amigo Narcís Serra, que utilizaron la TVE para poner en los telediarios solo mítines de Roca en Cataluña.
    Prim era querido y admirado en toda España pero lo mató un anarquista como también mataron a Dato, Cánovas y Canalejas.
    Dos presidentes de la Primera República eran Catalanes: Estanislao Figueras y Francisco Pi y Margall.

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  2. Querido coronel,

    Estoy de acuerdo en la mayoría de los hechos que expone, pero para mí no son motivo para el abandono sino, antes todo lo contrario, para rectificar, perseverar, insistir y triunfar.
    Estoy convencido de que por parte catalana no ha existido nunca un interés absoluto en buscar la solución. En cualquier caso el plan nº 2 que propongo, nunca se ha llevado a cabo.
    También está claro creo que para muchos independentistas lo que temen no es que fracase mi plan, sino que triunfe.
    A otro nivel, no sé con quien habla cuando se mueve por España , pero en mis contactos con otros españoles de fuera de Cataluña, siempre he sido recibido y tratado con simpatía y con la mejor disposición.
    A veces he pensado que incluso más que otros compatriotas, por el hecho de ser catalán.
    Reciba un afectuoso saludo.
    General Rogelius

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  3. ¿Cuantas horas duró la Primera República? En España jamás han habido federalistas. Es como cuando, en el palco del Bernabeu y hace pocos años, un madrileño le decía a un catalán que se quejaba "aquí no somos autonomistas, aquí mandamos".
    A Prim, como a Kennedy, nunca se aclaró quién, de verdad, lo mató.
    Lo de la catalanofobia no es solo el cliché y los chistes sobre "agarraos". Buenos amigos mios y con excelentes relaciones personales, como un cliente mío de Santander, culé y fanático del Barça, que cuando en un bar o un comercio de Barcelona se le dirigían en catalán, se ponía como un basilisco y exclamaba, enfurecido, "Hábleme en castellano...".
    U otro de Salamanca, tambíén más culé que madridista y que había sido directivo del Salamanca, buen amigo y que me había invitado a fiestas familiares, que me regalaba jamones curados por él y que siempre alababa el carácter de los catalanes y lo bién que se encontraba cuando visitaba Barcelona, donde vivía un hermano suyo pero me decía "Menos esta manía que tenéis de hablar en catalán..." No había entendido nada.
    Y podría poner ejemplos hasta hartarme.
    Por lo que me adhiero a la divisa de mi abuela, la de Santpedor: "Cada uno en su casa y Dios en la de todos".

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  4. Querido coronel,
    Sobre el trato con otros españoles de fuera de Cataluña, lo suyo seguro que son experiencas tan tristes y ciertas como las mías positivas y agradables.
    En el peor de los casos, no se puede generalizar, ni sus experiencias ni las mías.
    General Rogelius

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  5. Mis experiencias son anecdóticas y no pueden elevarse a categoría.
    ¿Pero recueda vd. aquella señorona de Madrid, con pinta de "pepera" del bariro de Salamanca, que preguntaba en la tele dónde había que ir a votar contra los catalanes?
    Esta es la visión generalizada...

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