Soy catalán pero también me siento español

Ayer escuché en directo a la nueva ministro de Fomento del PP, la eficaz Ana Pastor, en una tertulia en directo donde dejó bien claro dos cosas que a los catalanes deberían llenarnos de emoción, alegría y agradecimiento:

1. Después de explicar, con razón, que el anterior gobierno ha hecho obras faraónicas, como terminales de aeropuertos majestuosas y sin clientes o estaciones de AVE monumentales donde no hacia falta, ha detallado que seguirá con las  lineas de AVE hacía Galicia, Cantabria/Asturias y Extremadura. Ni una sola mención, ni de pasada, al corredor mediterráneo que, hasta para la economía española, debería ser primordial. Pero como que ayudaría a los catalanes, que les den morcilla por más que las autoridades europeas le dieran prioridad. Pero es que hasta su jefe, el Rajoy, en su toma de posesión volvió a resucitar el corredor central y ni una palabra para el imprescindible del arco mediterráneo.
2. Confirmó que paralizó la privatización separada del Prat y que, bajo ningún concepto, se desmembrará AENA, de la que el aeropuerto catalán es la joya de la corona y uno de sus principales activos y se la quieren quedar para ellos. Y que si más adelante privatizan una parte de AENA, será en su conjunto o sea, ni soñar que estos malditos catalanes herejes y separatistas puedan meter mano en la gestión de su propio aeropuerto, que los no-nacionalistas españoles ya han decidido que es un apéndice de Barajas y nada más.

Y como vuelva yo a escuchar que un catalán (si lo es de verdad y no un español emboscado que tiene todo el derecho a defender sus privilegios, pero que lo diga) dice que "también se siente español", voy y me cago en sus muertos.

Coonel Von Rohaut