Ha sido criticada la gala por la ácida repulsa a los políticos (que algunos son los que les pagan con las subvenciones), pero por su forma generalizada y sin discriminar por parte de los presentadores (*), lo que no es ni justo ni elegante.
Pero menos elegante es y hace tiempo que lo vengo repitiendo, la falta de "glamour" en una ceremonia que, por definición, debería ser especialmente "glamourosa", por parte de los actores/pseudo intelectuales y "progres" de pacotilla. Que a la ceremonia de los Oscar y hasta a los Goya de Madrid irian endomingados, enjoyados y emperifollados, mientras que en Barcelona salen a recibir sus premios en chancletas.
¡Y una mierda les entregaría yo los premios, por falta de respeto al público y a su profesión !
Coronel Von Rohaut
(*) Cuán lejos están de la gracia de los americanos, cuando aquí quieren hacer "gracietas".
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