No son más que estadísticas

En este "blog" entran diariamente, ahora, unas 700/900 personas (que luego lo leen o se marchan asqueadas, así como algunos, gracias amigos, que repiten a diario), lo que no está nada mal (*).

Pero a una web sobre defensa exclusivamente (yo soy más variado) y que sigo regularmente para documentarme, entran a diario unas 10.000 personas.
¡Qué envidia, tu...!

Claro que él lo hace profesionalmente y se gana la vida con ello (cobra por distintos conductos, publicidad, etc.), mientras que yo soy un "amateur", lo hago por la patilla pero disfruto haciéndolo como un enano montándose a la Blancanieves. Y gracias a mi total y absoluta independencia puedo permitirme el lujo, que me tomo plenamente, de insultar a diestro y siniestro, de soltar tantos tacos como me salen de los santos cojones y de ciscarme hasta en el lucero del alba (o en Allah, del que Mahoma es su profeta) si ello me complace o lo comporta el guión.

Y como les ocurría a las artistas españolas de la transición que por un quítame allá estas pajas (¿por qué se me habrá ocurrido esta palabra?) se despelotaban a las primeras de cambio, mi guión me pide casi a diario una sesión de reparto de cagalera. Especialmente con el ventilador dirigido, con orientación a partir de Barcelona, en dirección oeste/sudoeste. Que ancha es Castilla y a tí te encontré en la calle...

Coronel Von Rohaut

(*) Más de 300.000 entradas a mi página desde el inicio de mi abnegada labor, allá por finales del 2006, en la función, auto impuesta, de desasnar al buen pueblo y enseñar al que no sabe. Darle de comer y beber, no; que esto lo haga su señora madre. Y si, juntos, nos reímos todos un poco, pues miel sobre hojuelas (que seguro, y mira tú, que es un postre o dulce de origen árabe...).