Los Estados Unidos de América son un estado federal casi perfecto donde el Pacto Fiscal ya funciona desde la fundación del país y quizás por ello los vecinos no se arrean entre ellos. Todos se sienten profunda y patrióticamente americanos.
Hay tres niveles de administraciones y tres niveles de recaudación fiscal, donde cada administración recauda directamente los impuestos que le corresponden y que los fija libremente y con los que sobrevive, sin quitarle nada a los demás ni estirar más el brazo que la manga.
El gobierno federal de Washington DC. y a través del IRS (Internal Revenue Service), que tiene delegaciones (varias) en cada estado federado (en la imagen, el IRS de Fresno, California), recauda el equivalente a nuestro IRPF o impuesto sobre la renta de las personas y del que, por cierto, allí no se escapa ni dios ya que el que lo intenta va a la cárcel (como el mismo Al Capone, que es por donde le pillaron o sea, defraudar al estado está más perseguido que asesinar...). Y el Estado se financia con este impuesto (y con algunas "sales taxes" especiales), que es igual para todos los ciudadanos, y nada más.
Cada estado federado recauda directamente, y se queda íntegros, los impuestos sobre sociedades (por ejemplo) y, si quiere promocionar su industrialización, los puede poner más bajos que un estado vecino (*); también puede fijar un incremento en el "income tax" federal. Y luego cada municipio recauda los impuestos locales, sobre la venta al detall, por ej. ("sales taxes"), ya que allí no hay IVA (**).
Pero yo, para Catalunya, ya no quiero un simple Pacto Fiscal. Son demasiados años de agravios, de robo y saqueo, de desencuentros y de vasallaje y soberbia hispano-castellana.
Ya solo me vale la secesión.
¡Bon vent i barca nova! Y ahí te quedas, España, y jódete...
Coronel Von Rohaut
(*) Aquí, los centralistas y funcionarios del gobierno clamarían al cielo por la sacrosanta "unidad de mercado", cuando el mercado que funciona es el americano...
(**) Que no digo que, técnicamente, no sea un impuesto muy bien adecuado pero luego, en España y a nivel nacional, el fraude es colosal.
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