La inclusión, automática o no, de un nuevo estado dentro de Europa y procedente de la escisión de un estado ya incorporado, no se ha dado nunca. Y de aquí las contradicciones que afloran en cada declaración, a favor o en contra o todo lo contrario.
Y acepto que ahora los dirigentes de la Comisión y para no seguir metiendo la pata y tener que decir digo donde dije Diego, opten por echar balones fuera.
Bién. Vale. ¿Pero alguien me puede explicar quién votó ni a favor ni en contra, quién dijo ni mú, cuando un país extranjero y soberano, externo a la UE, como era la fallecida República Democrática de Alemania, la comunista RDA, ingresó en la UE de la mano de la República Federal de Alemania y formando cuerpo directamente con la misma? ¿Alguien le dijo al Canciller Kohl que tenía que solicitar su ingreso y que tendría que ser votado por todos los miembros? ¿Alguien dijo que los demás, puesto que la incorporación de este nuevo país nos iba a costar un pastón, tendríamos que poder opinar?
¡ Pues ahora que no me vengan con hostias... !
Coronel Von Rohaut
Vienen con hostias, mi coronel, porque el caso de de la RDA estaba en los tratados. De lo que ahí pasó se podría hablar largo y tendido.
ResponderEliminarSi no me equivoco, y hasta yo puedo equivocarme, los tratados fundacionales de Europa no mencionaban la RDA.
ResponderEliminarSi contemplaba su posible reunificación en un futuro, la "Ley Fundamental de Alemania" (su Constitución en el artículo 23) que, sin ser un gran jurista, creo no tiene ninguna validez legal ni en España ni en Luxemburgo.
Lo que si hicieron, a posteriori, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la Unión Soviética (Tratado Dos más Cuatro) fue validar o autorizar dicha reunificación.
Y con el "Tratado de Unificación" (votado en el el Bundestag, no en ningún otro Parlamento europeo) la RDA pasó a formar parte integrante de la RFA y de la Comunidad Europea (luego UE) automáticamente.