Otro ejercicio más de "hijoputez"

El gobierno central solo gestiona el 20% del gasto publico pero se reserva para sí el 85% del déficit autorizado o consentido por Bruselas.

De esta forma, centrifuga hacía las comunidades autónomas (*) la mayor parte del déficit español, obligándolas a hacer los ajustes y recortes más salvajes cuando ellas son las que manejan los presupuestos más sociales y sensibles, los que inciden en el bienestar social, como son la sanidad y la enseñanza, la dependencia, etc..

Quieren hundir la economía de las autonomías, especialmente la catalana (*) a la que vienen ahogando desde hace tiempo con el fín de destruirla.

Ah, por cierto y esto casi no sale nunca en los papeles ni en las tertulias pseudopolíticas de los cavernarios y paniaguados y pesebristas del gobierno hispano-castellano:

• Mientras la deuda media de las comunidades autónomas es de un 13,1% del PIB (la Generalitat catalana, más injustamente castigada fiscalmente es ya de un 20,7% del PIB, pero sigue alejada de la media europea).
• Y la de los municipios es de tan solo un 3,3% del PIB (Madrid/Ciudad debe 6.348 millones de euros, mientras Barcelona, en segundo lugar, solo 1.090 millones y no precisa ayuda estatal pues la tiene cubierta).
• La deuda de la Administración Central española es del 68,5% del PIB y el mayor de la reciente historia de España (y mayor aún, mucho mayor, es la deuda privada y bancaria de España, que no parece que jamás vaya a ser capaz de pagarla sin que se proceda a una "quita", como muy bien viene explicando desde hace tiempo el economista y profesor universitario Niño Becerra....).

Y los muy joputas nos obligan a recortar (el Montoro, en la foto de encima) a los demás (en hospitales, escuelas, etc.)... mientras ellos siguen malgastando en obras faraónicas y centralistas, en  AVE's a Galicia y demás radiales de Madrid, en Defensa, etc. etc. ¡Ah! y en corrupciones varias...

Coronel Von Rohaut

(*) A las gobernadas por el PP ya las ayudan bajo mano... Mientras que lo que deberían hacer es, a las autonomías españolas y que no representan nacionalidades singulares, es cerrarlas a todas. Lo del "café para todos" fue una mamarrachada insoportable.