La maldad que no cesa

Lo saben aquel "que diu" que va el Rajoy, el presidente del gobierno de un pestilente y corrupto país llamado España (no lo digo yo, lo afirma toda la prensa internacional), a Bruselas a defender, en la Unión Europea,  el presupuesto comunitario de los próximos años y, a cambio que España siga siendo perceptora neta de subvenciones y seguir cobrando cuantiosas ayudas a la agricultura que, como todo el mundo sabe, benefician especial y notablemente a los grandes latifundistas andaluces, los "señoritos" de los grandes cortijos y explotaciones extensivas, no duda en sacrificar los presupuestos dedicados al crecimiento económico general y, sobre todo, de las infraestructuras del transporte donde iba incluido el corredor ferroviario del Mediterráneo que, una vez mas, vuelve a quedar aplazado "sine die" y para cuando lleguen tiempos mejores (en cuyo momento los políticos hispano-castellanos volverán a reivindicar el corredor central que, ¡oh divina casualidad! pase por Madrid...).

Este mismo Rajoy, espejo y abanderado de las grandes familias de altos funcionarios del estado (los mayores sinvergüenzas y centralistas), que ya ha anunciado que denunciará ante el Tribunal Constitucional, la Declaración de Soberanía del Parlamento catalán, que fue una decisión democrática y ampliamente mayoritaria.

En lugar de preocuparse por la miseria creciente en España y una corrupción que deja en mantillas la de cualquier puta "república bananera".

Que luego vaya alguno de mis amigos españoles y, con la piel demasiado fina escocida, se maraville de mi cabreo cósmico y me recrimine por mis insultos, totalmente voluntarios y me quedo corto, hacía ese país de mierda del que aquel gran humorista y filósofo galaico, llamado Pepe Rubianes, decía "que le sudaba la polla".

Sí Pepe, hijo, pero date cuenta que nos la siguen hincando...

Coronel Von Rohaut