sábado, mayo 25, 2013

Después de la muerte de Moustaki

Como hice yo ayer, distintos medios catalanes (del resto de España, un poco menos) se han hecho eco del fallecimiento del que algunos llaman el último gran  exponente de "la Chanson".

Y un columnista titula, en su artículo de ayer, "Cuando éramos francófonos", haciendo referencia a cuando, no todos pero si muchos catalanes, tenían el francés como segunda lengua (*) y no solo los que íbamos a Escuelas o Liceo Francés, si no la mayoría; también es cierto que a muchos catalanoparlantes el francés les parecía tan asequible, que pocos lo estudiaban a fondo y por ello lo hablaban con bastante cutrez.

También se refiere a cuando muchos iban, por lo menos a Perpignan a ver cine "culto", o muchos otros nos acercábamos a Paris, a sentarnos en los cafés de los bulevars donde se habían sentado los Jean Paul Sartre, Albrt Camus, etc. y sus coros de existencialistas, como la Juliette Gréco, y junto a la literatura moderna, habían dado vida a la "chanson française". Y escuchábamos a los grandes  cantautores Georges Brassens, Jacques Brel, Léo Ferré, Boris Vian, Georges Moustaki, Serge Reggiani, etc. (**).

Y recuerda que la "Nova Cançó Catalana" y el cine nacido en la Calle Tuset eran hijos o deudores de la canción francesa y de la "nouvelle vague".

Ahora, ni en España ni casi en Barcelona, ya nadie habla francés. Pero tampoco es cierto que lo hayan sustituido por el universal y dominador inglés. Muchos no hablan nada... y cuando tararean o aplauden canciones americanas, si entendieran sus letras se caerían de culo.

Coronel Von Rohaut

(*) También los españoles en general, pero mucho menos ya que los castellanos son poco dados a la poliglosía. González se expresaba bastante correctamente en francés, pero la gran mayoría de políticos españoles, primeros espadas, ni en francés, ni en inglés, ni casi en castellano...
(**) Pero también a los más comerciales como Charles Aznavour, Gilbert Bécaud, Serge Gainsbourg, etc. La canción francesa había nacido en el período de entreguerras, con la Mistinguett y Maurice Chevalier, pero todavía era muy deudora del "music hall". Tuvo, al final de la IIGM y principios de la post-guerra, su época de oro con las que las críticos consideran sus tres grandes estrellas: Edith Piaf (La vie en Rose, Hymne à l'Amour, Non je ne regrette rien, o su Milord, de Moustaki), Charles Trenet (La mer, Douce France) y Yves Montand (Les feuilles mortes, Sous le ciel de Paris, etc.). Luego llegaron los cantautores...

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