martes, agosto 13, 2013

La idiosincrasia catalana

Recuerdo que, de pequeño y ahora que estamos en época de verano y fiestas mayores, estando en el pueblo con mis padres y mis tíos, junto con el payés, el labrador que nos cuidaba las tierras (*)  (un pariente lejano y su esposa), fuimos al "envelat" o entoldado (ahora, más pijos, diríamos "carpa"), al baile de la Fiesta Mayor del pueblo; Santpedor, en el Bages y el pueblo de nacimiento de mi abuela Anna.

Nos dijeron lo que costaba la entrada para cada persona y el payés, rápidamente, se aceró al encargado y explicando cuantos éramos en total, pidió si nos podían hacer un "capmás" o sea, un cómputo o precio global rebajado.

El catalán mira "la pela" porqué sabe lo que le cuesta ganar cada una de ellas en una tierra que es, intrínsecamente, pobre de recursos naturales (no como Andalucía, por ejemplo). Y en España nos tachan de agarrados e insolidarios cuando solo somos cuidadosos y prudentes.

Coronel Von Rohaut

(*) Entonces, básicamente una viña (un poco de "moscatell" y "ous de gall" y, el resto, de "picapoll" que daba un vino blanco malísimo), con algo de trigo, y unos cuantos olivos y almendros (para el consumo propio). Ah, y una magnifica higuera a la que mi padre acudía de madrugada, cuando los higos estaban frescos por el rocío. Cuando el pariente murió y encargamos el trabajo a un labrador del pueblo, lo arrancó todo para sembrar solo trigo, más rentable y fácil y cómodo de cultivar mecanizado. Por el sistema de arrendamiento utilizado, podía hacerlo; pero nos jodió bien jodidos ya que la familia lo tenía para ocio veraniego y esparcimiento.

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