Cuando en 1965 unos militares americanos le montaron varias ametralladoras pesadas en las aperturas de la parte izquierda del fuselaje de un viejo avión de transporte, el C-47 (bimotor DC-3 en la vida civil), había nacido el "Gun Ship" o avión cañonero (*). Era una poderosa arma de apoyo de fuego al suelo, muy apto para la guerra en la jungla, llena de emboscadas.
Viejo, lento y desprotegido, en cuanto hubo disponibilidad se hizo esta instalación, ya en fábrica, en un Lockheed C-130 "Hercules".
Con varias ametralladoras y cañones de calibre pequeño y medio, a babor (se llegó a instalar un cañón de campaña de 105 mm), el "Hercules" se transformó en "Sceptre". Que asustaba cuando disparaba todas sus armas, más sus bengalas para evitar los disparos de missiles tierra-aire con cabeza buscadora de infra-rojos.
Equipado con un sistema estabilizador automático, los pilotos podían trazar, durante horas si era necesario, círculos concentricos y orbitando alrededor de un punto a batir en el suelo, del que en ningún momento se perdía el angulo, por lo que podían regar con cientos de balas cualquier objetivo escondido en la jungla.
Siguen en servicio...
Coronel Von Rohaut
(*) Durante la IIGM se habían hecho ya algunas pruebas parecidas.
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