El primer rey francés de la Casa de "Bourbon" fué el protestante (y luego convertido al catolicismo para poder ser aceptado en Paris) (*), Henri III de Navarre (o sea, Enrique 3º de Navarra), que accedió al trono de Francia como Henri IV, (Henri le Grand), y pasa por haber sido uno de los gobernantes más queridos del vecino país (**).
Nada que ver, por descontado, con los Borbones que más tarde vinieron a tocarnos los cojones a Hispania y cayeron sobre nosotros los catalanes, de los que casi ninguno se salva de la quema: algunos borrachos, casi todos puteros, la mayoría vagos y maleantes, chorizos y vividores, y de una raza o dinastía que, a medida que han ido pasando los años, se ha ido degradando hasta llegar al actual, "el campechano"...
Coronel Von Rohaut
(*) "París bien vale una misa", dicen que exclamó...
(**) Sucedió a Henri III, de Francia, último monarca de la casa de Valois, homosexual que falleció sin hijos, y del que era primo. Casado con María de Médicis, se le atribuye la frase de "un pollo, cada domingo, en la olla de caldo de los campesinos franceses".
Y que la industria, la agricultura y la ganadería eran las "tres tetas de Francia" y había que apoyarlas. Y estábamos en 1589/1610.
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