Hace ya muchos años un buen amigo mio, chico elegante y muy puesto al día en temas de moda y del vestir, me aseguró que estaba cambiando el paradigma de la moda masculina, que se iba a imponer lo cómodo, y que el "chandail", hasta entonces una sobreprenda puramente deportiva, debidamente acondicionado y confeccionado, llegaría a ser la prenda de vestir a diario de los hombres.
Pero no llegó a imponerse pues cómodo si era pero feo de cojones. Lo que si llegó a ser fue un símbolo de cutrez, como en las señoras la bata de "boatiné" (*).
Luego, cuando en los campos de futbol el señor Guardiola imponía su elegancia en los banquillos de entrenador con sus trajes completos y cortados a medida, el bueno del Luis Aragonés seguía con su estilo pueblerino y entrenaba en "chándal". Pero aún peor el otro "Beau Brumell" de los banquillos, el llamado Camacho, un murciano amadrileñado que aparecía encorbatado y en camisa azul luciendo, casi presumiendo, de las inmensas manchas de su desaforada e incontrolada hidrólisis sobaquera...
Coronel Von Rohaut
(*) Esa que inventó el señor "Zara". Cuando yo iba a menudo por Galicia, especialmente por la Galicia interior, en todos los pueblecitos las buenas amas de casa iban, indefectiblemente casi todas y tanto por su casa (que es para lo que eran) como por la calle e ir a la compra, y hasta en las labores agrícolas o de campo que allí realizaban mayormente las señoras, con su batita de "boatiné" azul, muy barata y que daba abrigo pero... ¡Vírgen, qué estampa más cutre... que ello le daba a la verde y bucólica campiña gallega!
No hay comentarios:
Publicar un comentario